Hace unos días me regalaron la fotografía que les muestro en la pantalla. Me la trajo Mario, el niño con el gorro verde que va a saltar al agua desde la plataforma ayudado por mí. La foto es original, en papel Kodak de cuando no existían las cámaras digitales ni los teléfonos móviles. Escrita en el reverso hay una dedicatoria, pero esa me la guardo para mí. Vamos a tratar de situarnos en el tiempo: la nueva piscina de “El Cristo” se inauguró en junio de 1992, tras casi tres años de reformas. La foto data de finales de ese año o principios del siguiente. Mario y sus compañeros pertenecían a la guardería de la Universidad de Oviedo, que decidió organizar un curso de natación en las nuevas instalaciones. En aquellos tiempos la edad habitual para empezar a asistir a cursillos de natación era seis años. Cuando el Director me llamó a su despacho y me encomendó aquella tarea sentí cierto temor pensando en tener a mi cargo y bajo mi responsabilidad cria...